viernes, 31 de julio de 2009

Poema de Charles Baudelaire

Por regla general, no me gusta la poesía. Creo que no debo entenderla bien (si es que en realidad hay algo que entender) porque la mayoría de los poemas que leo no me dicen ni sugieren nada. Sin embargo, de vez en cuando encuentro algún poeta o poema que me encanta. Charles Baudelaire es una de estas excepciones. No es que conozca a fondo su obra (en total habré leído una docena de sus poemas), pero lo que ha llegado hasta mí, me ha dejado siempre un buen sabor de boca. Tengo pendiente la compra de una antología de su poesía, que venga escrita tanto en francés como en español. A ver si me acuerdo la próxima vez que me pase por una librería...
El poema que viene a continuación es, de momento, mi favorito y pertenece a su libro "El spleen de París".
¡Espero que lo disfrutéis!

Un hemisferio en una cabellera

Déjame respirar mucho, mucho tiempo, el olor de tu pelo, sumergir todo mi rostro, como un hombre sediento en el agua de una fuente, y agitarlo con mi mano como un pañuelo perfumado, para esparcir recuerdos en el aire

¡Si supieras todo lo que veo! ¡Todo lo que siento! ¡Todo lo que escucho en tu pelo! Mi alma viaja en el perfume como el alma de otros, en la música.

Tus cabellos contienen todo un ensueño, lleno de velámenes y de mástiles; contienen vastos mares, cuyos monzones me llevan a climas de encanto, en que el espacio es más azul y más profundo, en que la atmósfera está perfumada por los frutos, por las hojas y por la piel humana.

En el océano de tu cabellera, entreveo un puerto hormigueante de cantos melancólicos, con hombres vigorosos de todas las naciones y navíos de todas las formas que recortan con sus arquitecturas finas y complicadas, un cielo inmenso que se abandona al eterno calor.

En las caricias de tu cabellera, reencuentro la languidez de las largas horas pasadas en un diván, en la cámara de un hermoso navío, acunada por el vaivén imperceptible del puerto, entre macetas con flores y tinajas refrescantes.

En el ardiente hogar de tu cabellera, respiro el olor del tabaco mezclado con opio y azúcar; en la noche de tu cabellera, veo resplandecer el infinito del cielo tropical; en las aterciopeladas orillas de tu cabellera me emborracho con los perfumes del alquitrán, el almizcle y el aceite de coco entrelazados.

Déjame morder mucho tiempo tus trenzas, pesadas y negras. Cuando mordisqueo tus cabellos elásticos y rebeldes, me parece que como recuerdos.

4 comentarios:

  1. A mi no me suena este poeta a mi me suena Charles Dikens,a mi me gusta Gloria Fuertes porque escribe cuentos y poesias y me gustan mucho.Besos. :)

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  2. Demasiado... "intenso" para mi gusto, pero es bonito. Nunca habría llamado a esto poesía, lo veo más bien prosaico...
    La poesía es bastante vocacional, desde mi punto de vista. Hay que saber leerla y no es fácil. Yo soy de las que prefieren novelas o incluso obras de teatro, pero hay poesías increíbles.

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  3. La verdad es que este poema (si se le puede llamar así), sorprende por la originalidad que conlleva hablar tanto sobre una cabellera femenina.
    En cuanto a la poesía, a mi tampoco me hace mucha gracia...

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  4. En la biblioteca azul ripense está "las flores del mal" y la verdad es que me impresionó, tb. (bue que rollo, no tendré nombre ni nada)

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