Segunda edición NMVCH: ¡Participantes! (8ª Parte)

Aquí va la penúltima ronda:

¿Y todo este tiempo? - Irene García

- ¿Recuerdas cuando me preguntaste si quería estar contigo?

- Claro, hace ya diez maravillosos años.

- Pues cuando contesté que sí, no era cierto.

- ¿Qué? ¿Por qué hiciste eso?

- Me dijiste que no sabía mentir. Quería demostrarte lo contrario.

Mentiras dominicales - Anita Dinamita

Desde que me despierto miento. Después un buen desayuno al sol leo la revista del periódico con sus artículos comedidos, me paro en la decoración de casas impagables, en las difíciles recetas de cocina y en la ropa para cuerpos sin curvas.

Da tiempo para un paseo lento, si hay suerte por el campo, y una buena comida que cuesta digerir. Por la tarde siesta con música relajada, larga pero que se pueda disfrutar de la tarde, la lectura en el sofá, cine, amor y sexo.

Esta es la vida de mentira que solo puedo permitirme los domingos. El resto de la semana me ocupa la verdad, las prisas, un trabajo cansino y una somnolencia vital.

No es un refrán - Andreas Luján

Al final tuvo que pasar...Mi mujer confirmó mi infidelidad la noche que llegué a casa sin mi pierna ortopédica.

Paroles, paroles, paroles - Niñocactus

-Bailas fenomenal –me dijo mientras mis pies pisaban los suyos por enésima vez-, y me encanta tu conversación. No eres como los demás chicos.

Intenté encontrar algunas palabras de agradecimiento pero sólo logré emitir un vergonzoso tartamudeo, similar al que me llevaba acompañando toda la noche.

-No sé –continúo-, además tu cara tiene algo especial... Tal vez esa preciosa sonrisa.

Casi de forma refleja, me llevé la mano a la boca para disimular el aparato de ortodoncia. Parecía fijarse únicamente en mis defectos y no hacía más que alabarme. Necesitaba una tregua de silencio, así que la besé.

-Te quiero –susurró antes de abrir los ojos.

Sentí que ya tenía suficientes mentiras y, recogiendo mi abrigo, salí del bar.

Milan - Antonio Rodríguez

Todo lo que no me atrevía a decirte

Lo grabé con lápiz en las aceras

De las calles de tu ciudad.

Pero esa noche,

Precisamente,

Llovieron gomas de borrar.

De las mentiras a la imaginación, un paso - Irene Fassi

Le sangran las rodillas de tanto arrastrarse sobre la arena. Calcula la distancia hasta el siguiente médano mientras la sed le raspa el fondo de la garganta. Siente el aire caliente de la tarde quemarle las mejillas y la frente. Sacude la cantimplora y escucha, angustiado, el tintineo de unas pocas gotas de agua.

En un esfuerzo último, con la esperanza de encontrar ayuda, corona el médano grande. La voz de su mamá atraviesa el silencio de la playa desierta. Desde la sombrilla le hace señas con la mano para que se acerque a tomar la merienda.

Entre bambalinas - Sechat

Me colaba entre la gente en aquella improvisada sala de cine de pueblo para poder estar más cerca de la pantalla. Fingía que mi miopía me obligaba a ello, pero en realidad era por darte gusto.

Mientras yo seguía alimentando tu ego de diva, únicamente por lástima, escribiéndote cartas de supuestos admiradores con que te envanecías releyéndolas de noche; durante el día me tratabas como un gigoló al que manejabas a tu antojo. Harto de tu prisión de regalos que pretendían comprar mi amor, a escondidas me deslizaba buscando otros labios más jóvenes, lejos del glamour que tanto ansiabas conservar. Y así pasaron los años: tú esperando ser la nueva estrella de Hollywood y yo simplemente un hombre libre.

Enfermo - Peio Crespo

Yo, su hermano mayor, se lo decía. Una y otra vez trataba de advertirle: No conduce más que a la miseria. Eres un chico listo, buenas notas, guapo, una novia que te quiere, ¿qué más necesitas? Pero lo suyo, como percibí más adelante, no era un ejercicio de poder, no era voluntario. Su patología era de libro, y el problema era que nadie, ni por supuesto él mismo, quería reconocerlo. Exagerar no es mentir, decían. Quise ayudarle, pero ¿cómo ayudas a alguien que no cree necesitarlo? La respuesta fue cruel, rotunda. Una de esas mentiras le condujo hacía la más absoluta soledad. Ahora reclama mi ayuda; quiere recuperar su vida. ¿Está mintiendo?

Todos a la hoguera - Laura Alonso

En la infancia sólo recibes mentiras, y dejas de llorar. En la adolescencia dejas de gritar, y en la edad adulta dejas de hablar. Tras un periodo, por lo general corto, el matrimonio se convierte en una gran mentira. Mientes al comienzo, durante, y por encima de todo, para finalizar una relación. Los políticos mienten para conseguir votos; en realidad mienten cada vez que hablan. Policías, empresarios, curas, reyes, medios de comunicación, futbolistas, actores, amigos...

Así que cuando me dicen que sea sincero, yo, con semblante serio, miro a los ojos y miento, porque la verdad causa dolor y si esa no es tu intención, ¿qué importa mentir una vez más?

Un gran salto para la humanidad - Toñi González

El 29 de julio de 1969, estábamos todos frente a la pantalla, la imagen llegaba con muchas interferencias. Cuando escuchamos aquella frase y vimos la huella sobre la superficie, salimos alborozados hacia la explanada. En vano buscamos algún rastro de la hazaña. No había nada.

Nuestro entusiasmo se desvaneció. Mientras regresábamos, tristes, a nuestros hogares alguien dijo:

- Otra ficción como la del tal Verne. Nunca llegarán aquí.

Y mañana, la tanda final de textos... ^_^