Me despierta la sintonía de una serie infantil. No sé cuánto tiempo llevo durmiendo, pero continúo cansado. Aún así me levanto y me dirijo extrañado hacia el salón, lugar del que proceden los sonidos. El sopor y los párpados hinchados me hacen tropezar con casi todos los muebles del pasillo que se ponen en mi camino, pero finalmente consigo llegar a la sala de estar. Sobre el sofá encuentro a mi hija pequeña contemplando embobada los dibujos animados. Me froto con fuerza los ojos, incrédulo. El televisor está intacto sobre la mesita desmontable nueva. La misma a la que, trágicamente, le faltaba un tornillo y de cuya ausencia no se percató nadie. Cuando consigo reaccionar las palabras estallan en mi boca:
-¡Pero si estaba completamente destrozada!-digo señalando la televisión- ¿Cómo es posible?
-Claro Papá, no funcionaba ayer, pero hoy ya no es ayer, así que vuelve a estar bien - argumenta ella con su aplastante lógica infantil.
Si no fuese porque el recuerdo de su abuelo desplomado sobre los cristales de la pantalla sigue reciente en mi memoria, casi hubiera jurado que el accidente que tuvo lugar hace unas horas había sido el producto de una terrible pesadilla.
-¡Quita de en medio, leñe! ¡Qué no veo! – dice de pronto una voz terriblemente familiar.
Me giro atónito y ahí está mi padre, sentado en su adorada mecedora, sin cortes en la cara ni restos de sangre, como si nada hubiese pasado, balanceándose rítmicamente, una vez más, en el reino de los vivos.
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Este cuentogota, uno de los más largos que tengo, fue seleccionado hace unos meses por la editorial Infrarte para formar parte de una antología sobre la muerte, el miedo o el silencio. ¿Por qué no lo dije por aquel entonces? Pues porque esto fue en mayo y con todo el lío de la Megaquedada, las Microjustas, los exámenes de junio, etc, decidí posponerlo hasta recibir el librito y así mataba dos pájaros de un tiro. Desgraciadamente, ayer recibí la noticia de que "por fuerza de causa mayor el proyecto queda, de momento, suspendido". Esto no quiere decir que no lo vayan a retomar, pues según la editorial, "el proyecto sigue firme". Por eso, toca esperar. Me hace mucha ilusión tener otro cuento en papel, así que crucemos los dedos para que la edición no muera finalmente...
¡Hasta pronto Cuentistas!
¡Qué agobio! Aire, por favor. Espero que haya sido un mal sueño y no que esté con su padre y su hija en el más allá. Sobrecogedor.
ResponderEliminarEspero que la editorial retome el proyecto.
Un saludo
Muy bueno el texto y espero que lo tengas pronto en tus manos en papel.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Asfixiante sí, los pelos de punta. Niños, el más allá...
ResponderEliminarY paciencia, que lo tengas pronto en papel, enhorabuena de todas formas.
Un saludo indio
Muy bueno Marina, igual que en una película a la que han variado el montaje a la hora de la edición. Besos.
ResponderEliminarSe merece el papel, Acuática: el micro es, para mí, excelente.
ResponderEliminarMis mejores deseos para que así sea.
Un abrazo
Seguro que lo verás en papel, seguro. Es un micro de ¡¡Ufff!! los pelos de punta.
ResponderEliminarBesitos
El día menos pensado pasa. Aunque hay físicos que dicen que el tiempo es irreversible. Se verá.
ResponderEliminarDe momento, un enorme abrazo,
PABLO GONZ
Muy bueno Marina, pillina menudas joyitas tienes por ahí escondidas...
ResponderEliminarBesico
Qué lastima ese retraso. El micro es genial, Acuática. Algo así tiene que estar en papel obligatoriamente!
ResponderEliminarEnhorabuena!!
ResponderEliminarSigrid: la verdad es que tiene que dar mal rollo levantarse y descubrir a un muerto vivo nuevamente. Podrían estar muertos todos o todos vivos...
ResponderEliminarRosa: crucemos los dedos :)
No Comments: gracias, Indio. Seguiremos informando con los detalles del proyecto cuando los tenga.
Manu: sí, está claro que alguien ha metido la pata con la edición... Oye, Dios también puede equivocarse, ¿no?
Patricia: muchas gracias. No sé si merece o no el papel, pero me haría una ilusión tremenda que así fuera.
Elysa: gracias maja. Veo que he asustado a mucha gente, jijiji.
Pablo: ¡qué sabrán los científicos! Seguro que hay fallos de raccord por todas partes y a todas horas. Lo que pasa es que no quieren investigarlo, jejeje. Un abrazo enorme para ti también ;)
R.A: me alegra que te haya gustado. Tengo textos guardados como todos, pero espero que en algún momento vean la luz, que si no les leen otros se ponen tristones :P
Enmalestado: gracias Pablo. Tú ya eres un experto, que has visto ya alguno de tus micros impreso... !A ver si se me pega algo!
Citizen: ¡gracias!
¡Besos y abrazos para tod@s! ^_^