Fugitivo

Para que no se enteren de que me he marchado haría falta un milagro. Después de todo soy la estrella del circo. Por la mañana, cuando comiencen los ensayos descubrirán que me he escapado y saldrán enseguida a buscarme. Pero aún no es de día y la oscuridad me ampara, así que decido pasar las horas disfrutando de todo aquello que me hace sentir libre: el cielo estrellado, la brisa nocturna o la quietud del pueblecito en el que actuamos esta semana. Al respirar profundamente capto un olor que me hace salivar. Localizo de donde procede y me dispongo a salir a su encuentro. Tengo hambre y huele a humano.

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Bueno, pues esto es lo que salió de la frase "Para que no se enteren de que me he marchado". La semana anterior no pude participar, pero me resultó muy curioso ver que una de las ideas que pensé con la frase "Mientras recojo mi destino del frío suelo de la cocina", estaba reflejada en uno de los cuentos finalistas: Parchís. La forma en la que pensé para enfocar la historia no era tan guay como la de Marco Morcillo, que me gustó un montón, que la supo desarrollar mejor de lo que yo había imaginado. Por cierto, esa semana quedó finalista un amigo Cuentista: Santamaría. ¡Felicidades!
Y ahora, a seguir intentándolo. Esta semana partimos de la frase "Ni subido a una escalera conseguiría besarte". ¿Se os ha ocurrido ya una historia?