Última campanada, última uva y primeras felicitaciones del año nuevo. Corre el champán, se alzan las copas y se brinda por los propósitos que hemos decidido cumplir durante los 365 días que tenemos por delante. Tras dos intentos frustrados por contactar con sus amigos, mi hermana se lamenta por el estado de la red telefónica. Mi padre, por el contrario, comienza a maldecir a nuestros vecinos valencianos cuando escucha las primeras detonaciones. “Nos van a dejar el jardín hecho un asco con tanto petardo”. En cuestión de segundos, las explosiones se vuelven más frecuentes e intensas. ¡Menuda traca han montado! Incluso retumban los cristales del salón. Intentamos distraer a mi padre, para que no salga a la calle enfadado como otros años y monte un numerito, pero sólo conseguimos retenerle tres minutos. Cuando abre la puerta y sale al frío invernal se lo están llevando los demonios. Sin embargo, no encuentra a nadie fuera con el que descargar su ira. No hay rastro de pólvora ni de vecinos falleros. En su lugar, un centenar de palomitas gigantes colapsan la vía.
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Bueno, pues este cuentogota es el primer micro que escribo este año y también se convierte en la primera entrada del blog de 2011, ¡yupi!
Tengo que dar las gracias a mis vecinos valencianos, porque sus ya tradicionales y molestos cohetes de Año Nuevo inspiraron este texto.
En fin, algo me dice que 2011 hará brotar en mi cabeza montones de historias absurdas...
¡Feliz Año Nuevo, Cuentistas!
Jajajaja, no me esperaba el final ni por asomo. Muy chulo.
ResponderEliminarGenial, super palomitas ¿te apetece ir al cine?
ResponderEliminarAbrazos de 2011 absurdos
Uy, quería decir al super cine
ResponderEliminarjajaja
ResponderEliminarlos que yo escuché fueron petardos y además los tiraban los que estaban en mi casa!!!
chao
Jajaja! Me gusta cómo empiezas :). Feliz año! Muchas veces!
ResponderEliminarme ha encantado el final!
ResponderEliminaral final no ha habido quedada navideña :(! a ver si cae alguna este año.
feliz 2011!
Tengo el honor de haber contemplado en directo el momento en el que esta idea se quedó grabada en tu mente. El resultado ha sido muy bueno :)
ResponderEliminarMe gustó mucho. Las palomitas que parecen casi una metáfora de la nieve.
ResponderEliminarY lo poco previsible. En principio parecía una anécdota familiar desafortunada y en cambio...
Uf, siento el retraso con el que respondo. A ver si este año me aplico un poco más y trato de responder a los comentarios durante el mismo día...
ResponderEliminarMiguel: sí, a mí también me sorprendió mucho el final, pero estoy muy contenta con el resultado (este micro es de mis favoritos).
Anita: uy, aquí en Madrid tenemos cines enormes y bien les vendrían las palomitas gigantes. ¡Con lo que a mí me gustan! Oye, si pasas por la Península, nos hacemos un cine, ¿ok?
Marialuisa: vaya escándalo, jejeje. No sé a qué niveles llegaríais, pero en mi calle se monta una todos los años que tela.
Irene: igualmente, maja.
Santamaría: no te preocupes, que me da que febrero puede ser movidito. ¡Brindo por muchas quedadas microrrelatistas durante 2011!
Thanos: sí, menos mal que apoyas mis ideas absurdas...jejeje.
Eslabón: no había pensado en la metáfora, pero eso puede darle nuevos tintes a la historia... ¡qué guay!
Un abrazo a tod@s y feliz año nuevo (sí, ya sé que se ha pasado un poco la fecha de las felicitaciones, pero ahí queda).