La idea de este libro es una chulada: un futuro no muy lejano donde los bomberos se dedican a provocar incendios, en lugar de apagarlos, con el fin de eliminar todos los libros existentes. El protagonista, Montag, tras conocer a una chica muy peculiar y a raíz de un incidente en uno de sus turnos de trabajo, comienza a preguntarse el por qué de las quemas.
Aunque la historia me atrae profundamente no me ha gustado cómo Ray Bradbury la ha desarrollado. Muchas veces he tenido una sensación de caos nada agradable al pasar las páginas y de no estarme enterando de nada de lo que sucedía. Además, la parte final del libro presenta unos personajes muy curiosos que creo que no han sido explotados lo suficiente. Por todo ello, el libro me ha dejado una sensación agridulce. Me pasa siempre con todos los libros de ciencia-ficción que caen en mis manos, por lo que no suelo leer mucho este género.
En fin, el libro está entretenido y se lee muy rápido porque es muy cortito (tres tardes como mucho).
Os dejo un fragmento de la historia que me gustó especialmente (aviso que es un poco spóiler):
"Tú no estabas allí, tú no la viste -insistió él- Tiene que haber algo en los libros, cosas que no podemos imaginar para hacer que una mujer permanezca en una casa que arde. Ahí tiene que haber algo. Uno no se sacrifica por nada."
He empezado a leer el post, pero lo he dejado para no hacerme ningún spoiler, ya que espero que me lo pases mañana para empezar a leerlo el lunes :P
ResponderEliminarNo creo que sea tan spoiler... Bueno, agregado a mi lista de futuros posibles ;) Para mi tiene buena pinta ^^
ResponderEliminarYa lo he leído, y la verdad es que comparto tu opinión sobre él: no termina de cuajar.
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