jueves, 16 de julio de 2009

Una novela para limpiarse el culete

Así de literal. El escritor japonés (estas cosas sólo pueden ocurrir en Japón) Koji Suzuki ha publicado una novela de terror en papel higiénico. Por unos 2€ se pueden adquirir las 2000 palabras que componen su obra, llamada "Drop" (podría hacer un chiste con la traducción al castellano del título y el hecho de que se lea sentado en el retrete, pero creo que no resultaría de muy buen gusto). En el País del Sol Naciente ya ha vendido más de 80.000 ejemplares. Una pasada.

A mí limpiarme con esto me da un poco de mal rollo...

Yo es que no soy de leer en el baño, pero me gusta la idea de publicar historias en lugares extraños. Yo propongo como soporte los cristales de los autobuses, para no aburrirte en el transporte público esos días en los que se te acaba antes de tiempo el libro que ibas leyendo o se te queda sin batería el mp3...
¿Se os ocurre algún lugar interesante donde publicar vuestros relatos?

7 comentarios:

  1. Aquí hubo un señor que se hacía llamar El Poeta Descalzo (creo que sigue vivo, incluso) que se dedicaba a caminar por el Paseo Marítimo y escribía sus poesías en las estructuras blancas de piedra que servían como barandilla para no caer al agua.

    El tipo se hizo bastante famoso a nivel regional y tiene un par de libros en el mercado, pero el Ayuntamiento repintaba las barandillas de blanco todos los años y el tipo al final se hartó de escribir ahí una y otra vez... Una pena, era una iniciativa bonita.

    Una iniciativa que me encanta es la del Metro de Madrid, que pegan en las paredes del tren fragmentos de novelas famosas y al final te deja con la miel en los labios y dice algo así como "ahora sigue en la biblioteca". Aquí, en las Colonias, intentaron algo parecido, pero con cuadernitos de papel que la gente cogía como folletos, los leía y (en teoría) los volvía a colocar dentro de la misma guagua. Pero la gente es tan indecente que se los llevaba a casa y a la semana ya no quedaba ninguno y nunca se repuso... Una pena.

    Pero yo pondría relatos en los semáforos. Pequeñas cestas donde cualquiera podría poner sus microrrelatos para que los leyera una persona cruzando la calle y lo dejara en la cesta del semáforo del otro lado...

    Mola ¿eh?

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  2. Con el día que tengo hoy, no estaría mal que en los sobres de las cartas del banco, te contasen otras historias, qua ya nos tienen hartos con sus " cuentos" de siempre. Y de seguir soñando, que no fuesen historias de terror...

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  3. Yo estoy con Ivanna. Me haría más ilusión recibir cartas de bancos/facturas si hubiera algo dentro que pudiera entretenerme un ratito.
    Lo de la novela en el papel de WC lo oí en la radio hace varios días y me pareció muy original, aunque decían que no lo veían muy buena idea porque claro, puede que de pronto necesites usar algún capítulo que no has leído xD
    Lo de los semáforos de Álvaro sería genial, a veces se hace eterno el semáforo en rojo...

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  4. Se me ocurre una interesante simbiosis entre microcuentos y envases de productos, que podría incluso funcionar.

    Imaginaos relatos cortos y microcuentos en los dorsos de las cajas de cereales y galletas, o en los botes de champú. Entretenido, de fácil extensión y con posibilidades publicitarias.

    Joder, hasta me parece buena idea :|

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  5. Ya había leído sobre esto, y como soy de los que se llevan lectura al baño me parece una idea perfecta, aunque lo que ha comentado Miriam es un riesgo a tener en cuenta :S

    Yo pondría microrrelatos en las pantallas del metro, porque me parece que están bastante desaprovechadas, y permitiría que cualquiera subiese sus historias a una web que los publicaría en dichas pantallas.
    Como veis, todo muy Web 2.0 :P

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  6. La parte de involucrar a Metro sería más complicado, pero la web (tirando a red social) de microcuentos es algo que lo mismo hasta existe, porque es buena idea Y realizable.

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  7. Álvaro: la iniciativa del Metro de Madrid mola, pero no cambian los textos muy a menudo. Los relatos en los semáforos me parece una idea guay, aunque los cuentos deberían ser muy micro para que diera tiempo a leerlos antes de llegar a la otra acera.
    Ivanna y Miriam: lo de los bancos va a estar difícil a estas alturas... No obstante podéis proponerlo en las cajas de ahorro y camuflarlo como "obra social" :P
    Xelerad: lo de las cajas de cereales sería una idea estupenda, porque da igual que ya las hayas leído y que sean todas iguales, a la hora de desayunar las lees y las relees mil veces. Yo he aprendido portugués gracias a las cajas de Kellog's. Sin duda, los desayunos serían más divertidos.
    Thanos: molaría que publicaran los cuentos en las teles de Metro pero leídos y con imágenes molonas de fondo. No vaya a ser que te encuentres lejos de las pantallas y no consigamos leerlos...
    Gracias a todos por los comentarios!

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