miércoles, 8 de julio de 2009

Haciendo llorar a los niños-Capítulo 1: "La bella durmiente del bosque"

He decidido comenzar esta nueva sección con una de las historias infantiles que más se ha distorsionado con el paso del tiempo: La Bella Durmiente.
Yo pensaba que el cuento original era de Charles Perrault(s.XVII), pero tras un comentario de una de mis hermanas investigué un poco y he encontrado una anterior, perteneciente a un tal Giambattista Basile (s.XVI-XVII). Los Hermanos Grimm (s.XVIII-XIX) también tienen su versión de la Bella Durmiente, aunque es la más "light" de todas. Parece ser que en "Las mil y una noches" hay un cuento muy similar, así que cuando me lea ese libro haré un comentario si esta historia difiere mucho de las que voy a comentar.
Creo que voy a dividir el post en diferentes fragmentos, según autor/es, para me quede un poco más estructurado. AVISO: puede que la entrada me quede larga, así que si tienes que ir al baño ahora es el momento.

Jacob y Wilhem Grimm
Esta es la versión más corta de todas, y digamos que es la más Disney en cuanto a la duración y contenido del cuento.
La historia comienza con unos reyes infértiles deseosos de tener descendencia. Durante uno de los baños de la reina, una rana le profetiza (sí, has leído bien, una rana) que sus plegarias han sido escuchadas y que dentro de poco tendrá una hija.
Las predicciones del anfibio se cumplen y los reyes dan una fiesta para celebrar el nacimiento de su retoño. Tiran la casa por la ventana: invitan a todo el mundo y a 12 de las 13 hadas del reino. Excluyen a una, porque sólo tenían 12 platos de oro, y claro, para darla de comer en un plato normalito, pues mejor no la invitan y provocan su ira...tiene sentido.

El hada marginada hace aparición antes de que terminen sus compañeras de otorgar dones a la princesita y formula una maldición contra el bebé: "Cuando cumpla 15 años se pinchará hilando y morirá" (antes sí que sabían como vengarse). El hada que no había bendecido aún a la pequeña, intenta suavizar la situación cambiando "muerte" por "sueño de cien años", que digo yo que hubiese sido menos traumático un trueque por "siesta". Los padres, con un disgusto enorme, se lo tenían merecido, por ser tan ratas, ordenan quemar todas ruecas del reino. Y como no, siempre hace aparición en escena la anciana que no se ha enterado de nada durante ese tiempo y se pone a hilar el día que Zarzarrosa (así es como llaman los Hermanos Grimm a la Bella Durmiente, que se me había olvidado comentarlo) cumple 15 años. La princesa se pincha el dedo con el huso y se sume en su sueño profundo (zzzzzzzzzzz). Las hadas, que son muy consideradas, duermen a todos los habitantes de palacio para que cuando se despierte Zarzarrosa, no se sienta sola.



Además, en torno al castillo crece un zarzal para evitar que nadie se acerque antes del plazo estipulado. Y así pasan los años.
Muchos príncipes valientes intentan atravesar el seto, pero ninguno lo consigue. El día que se cumplen los cien años, un príncipe se adentra en el zarzal y las ramas de éste, llenas de espinas, se apartan para dejarle paso. ¡Qué injusto! Los otros príncipes que lucharon para llegar a Zarzarrosa acaban muriendo atrapados en el escaramujo y este príncipe llega al castillo sin siquiera un triste arañazo...
Y a partir de aquí, la historia es la que todos conocemos: el príncipe besa a la princesa, ésta se despierta, se enamoran nada más verse y se casan (nótese que la princesa sólo tiene 15 años...ejem,ejem). Ohhhhhhh, que bonito... Pero ya os había avisado. Esta es la versión "normalita". Las otras dos, en especial la de Basile, son mucho mejores.

Charles Perrault
Exceptuando la profecía de la rana, el principio del cuento es muy similar. Su majestad la reina consigue alumbrar una niña, que en esta historia no tiene nombre. Al banquete sólo asisten siete hadas y a la octava no la invitan porque todos pensaban que había muerto (y no porque faltaran platos dorados). No obstante se queda al banquete, pero no recibe el regalo que dan a sus compañeras (cuchara, tenedor y cuchillo de oro), porque sólo habían encargado fabricar siete.
Cuando las hadas otorgan sus dones, el hada alias "no estaba muerta y os vais a enterar por no haberme invitado", lanza su maldición "Te pincharás con el huso de una rueca y morirás". Y bueno, el resto como en la versión anterior: "No morirás, dormirás 100 años" "¡Quemad todas las ruecas del reino!" "Uy, que invento más raro, ¿puedo hilar yo también?". La princesa se pincha y todos a dormir. Pasan cien años y a un príncipe que pasaba por allí, le comentan la historia de la Bella Durmiente. Él decide entonces probar fortuna y cuando se acerca al seto, las zarzas se apartan para que pueda pasar. Cuando llega a la cama de la princesa, ésta se despierta SIN BESO, porque justo se cumple el plazo del encantamiento. El príncipe entonces le declara su amor eterno y tras una larga conversación, se casan ese mismo día. En esta parte del cuento el autor escribe que el príncipe piensa que la princesa va vestida como su abuela y que esa noche no duerme ninguno de los dos...jijiji.

Bueno, pues a partir de aquí, el cuento sigue. El príncipe se va por la mañana y no le comenta nada a sus padres. De hecho, durante dos años va a ver a escondidas a la Bella Durmiente cada noche y engendran una niña llamada Aurora (como en la peli de Disney) y a un niño al que llaman Día.
Cuando muere el padre del príncipe, este último se convierte en rey y decide revelar ante el reino que lleva casado dos años y que tiene un par de hijos. En realidad lo había hecho por su madre, que era medio-ogra, y tenía miedo de que se comiera a su descendencia. Sus temores se ven cumplidos cuando el nuevo rey debe ausentarse por motivos de guerra, y la medio-ogresa pide que cocinen a sus nietos para que pueda comérselos. El cocinero la engaña cocinando unos corderos y ocultando a los niños en su casa. La Reina regente, que piensa que los ha devorado, sigue con hambre y pide comerse a la Bella Durmiente. El cocinero vuelve a darle el cambiazo y le ofrece un cervatillo en su lugar. La Reina se lo come y se queda satisfecha hasta que descubre que ha sido engañada y ordena llevar al patio una gran cuba llena de sapos, serpientes y víboras para echar dentro a su nuera y nietos. Pero el príncipe regresa antes de tiempo e impide la muerte de su mujer e hijos. La Reina, enfurecida, se tira a la cuba donde es devorada por los animales... Y colorín colorado, esta versión ha terminado :P

Giambattista Basile
El cuento original de este autor se titula "Sol, Luna y Talia".
Cuenta que un gran señor fue bendecido con una niña a la que llamó Talia. Consultó a sus astrólogos por el futuro de su hija a lo que éstos respondieron que la vida de la niña correría peligro por el astilla de una planta de lino. El padre decide entonces deshacerse de todo el lino, cáñamo y plantas similares de su casa para proteger a su pequeña. Pasan los años y Talia se convierte en una bella joven. Un día, observa tejer lino a una anciana y Talia pide ayudarla. Una pequeña astilla se introduce entonces bajo su uña y la muchacha cae muerta al suelo. Cuando el padre se entera, ordena tumbarla sobre una elegante tarima con sus mejores ropas, porque no quería que el suelo corrompiera su cuerpo. Luego, lleno de dolor, abandona el reino para siempre.
Pasó el tiempo, y un rey que cazaba cerca de la zona perdió de vista su halcón y se adentró en el bosque para recuperarlo. En su lugar encuentra el palacio en el que estaba Talia y él entra a investigar curioso. Cuando se encuentra a la joven queda prendado de su belleza. Intenta despertarla, pero como no reacciona la coge, la tumba sobre una cama y la viola.¡Qué fuerte!

Luego se olvida de ella y sigue con su vida tan tranquilo. Pero Talia, que en realidad no estaba muerta, sino inconsciente, se queda embarazada y tras nueve meses alumbra gemelos (muy realista todo, sí señor). Las hadas ayudan en el parto y colocan a los niños cerca del pecho de su madre para que puedan alimentarse. Sin embargo, un día, uno de los niños no encuentra el pezón y empieza a succionar el dedo de su madre, absorbiendo la astilla que había causado su letargo. Así es como Talia vuelve a la vida y se da cuenta de que ha sido madre. Y en vez de llevarse un sofoco o padecer un ataque de histeria, le parece genial haber perdido parte de su vida durmiendo, haber sido mancillada, no haber disfrutado del sexo y haber tenido niños sin haberlo deseado. Total, acepta su nuevo destino y llama a sus hijos Sol y Luna.
El rey violador, un día recuerda su affair con Talia y decide volver a donde la encontró. Se lleva una grata sorpresa al encontrarla despierta y con un par de bastardos, y por lo menos, llegados a este punto, el rey tiene la decencia de contarle todo lo sucedido y de no renegar de los niños. A Talia, que desde mi punto de vista debía haber sufrido daños cerebrales cuando estaba inconsciente, todo le parece guay del Paraguay, y se enamora del rey y el rey de ella. Pero el rey debe volver a palacio sin ella porque... ¡ya estaba casado! ¡Culebrón, culebrón! Es decir, que Talia es "la otra", la amante, su querida...¡qué palo!
La esposa del rey, que no tenía un pelo de tonta, sospecha de las escapadas de su marido y ordena a su secretario que investigue el asunto. Cuando descubre la verdad, la reina monta en cólera y está a punto de morir de celos, pero decide que le apetece más vengarse que otra cosa, así que manda un mensaje a Talia en nombre del rey pidiéndole que le mande a sus hijos porque los echa de menos. Talia, ingenua ella, hace lo que ordena la carta y manda a los niños con su padre. La reina, en cuanto llegan a palacio manda al cocinero matarlos y preparar una sopa con ellos para el rey. El cocinero por supuesto no mata a los niños y da el cambiazo a la reina, que muy feliz sirve la cena a su marido y le lanza pullitas en plan "te estás comiendo a los tuyos", pero el rey no se pispa y se termina el plato.
Después de este acontecimiento, la reina manda llamar a Talia a palacio para cantarle las cuarenta. La pobre chica intenta defenderse explicando lo acontecido pero la reina no atiende a razones y manda quemarla viva. Antes de meterse en la hoguera, Talia grita y llora y el rey la escucha y acude en su ayuda. Aquí se entera de todas las fechorías de su esposa y decide quemarla a ella por sus crímenes. Así Talia se convierte en la nueva reina y supongo que a partir de este momento vivirían felices con sus hijos (que el cocinero había escondido en su casa), hasta que el rey volviese a salir de caza...


Bueno, pues hasta aquí las tres versiones de la Bella Durmiente. Mi favorita es la de Basile, porque me parece la más "realista" de las tres. Espero que no os haya traumatizado demasiado.
¡Hasta la próxima entrega de "Haciendo llorar a los niños"!

4 comentarios:

  1. Hombre... realista, lo que es realista... no es como yo llamaria a esa version. Cruel y despiadada asi como culebrón venezolano si, pero realista... xD Me gusta la ultima! :) Y si algo aprendemos de estos cuentos es: los niños saben como los lechones y las adolescentes como venados. Es decir: todo sabe mas o menos a pollo xD
    Quiero una nueva entrega ya!!!!!!!
    Bzts! :)

    ResponderEliminar
  2. Genial, me ha encantado esta apertura de sección ^^
    Tengo 3 cosa que decir:
    1- Yo me encuentro una rana parlante en mi baño y no le doy tiempo a predecirme nada: o la mato o salgo por patas.
    2- El de Perrault me ha hecho reir un montón. La madre ogresa me ha encantado. No l debía caer bien su suegra.
    3- El de Basile es la caña. Aunque super burro. Ese rey violando doncellas que andan durmiendo por ahí, ese embarazo tan cómodo (ni nauseas ni leche frita!!), ese parto sin dolor (mucha epidural y luego mira)... Esa reina cornuda... Genial, me ha cautivado.
    Esperaré ansiosa la siguiente entrega. Me habrían encantado de niña ^

    ResponderEliminar
  3. Estoy con Iorgeus. La tercera historia no es más que una sucesión de escenas eliminadas de Melrose Place (aunque no por eso mole menos).

    Yo me quedo con la segunda, donde el menos el príncipe tiene la decencia de charlar con la princesa antes de pasar a mayores...

    ResponderEliminar
  4. Hombre, realista, realista... la verdad es que ninguna lo es mucho, aunque está claro que las dos primeras son más fantásticas.

    En cuanto a gustos, me quedo también con la tercera, aunque la elijo por ser la más distante del "modo ñoña Disney" y aproximarse más a lo que pasaría en la realidad si un príncipe se encontrase a una bella doncella dormida que nunca despierta :P

    ResponderEliminar