En un intento desesperado por llamar su atención, Pablito destroza de una patada la fortaleza de arena de su hermano. En ese preciso instante, a cientos de kilómetros de la playa valenciana, un torreón centenario de la muralla norte del Castillo de Roslin (Midlothian, Escocia) cae derruido con un fuerte estruendo.
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Este cuento está especialmente dedicado a Eugenio Gaeta, un apasionado de la física cuántica que me transmitió su entusiasmo por esta ciencia durante los meses que trabajamos juntos. La "acción fantasmal a distancia" (o "La inquietante acción a distancia" como él la traducía del italiano) me pareció una teoría chulísima y desde que la escuché por primera vez supe que tendría que escribir un micro sobre el tema. Por supuesto, no podía dejar que el mundo terminase sin que yo plasmara, a mi manera, la paradoja de Einstein sobre el entrelazamiento cuántico :P
Bueno, pues ésta ha sido mi aportación para la iniciativa "Un cuento antes del fin del mundo". Si el mundo se acaba definitivamente en unas horas, ha sido un placer conoceros y escribir en este blog.
¡Feliz Armagedón!
Muy bueno lo de la acción fantasmal a distancia... Comprobado y disfrutado tu cuento del fin del mundo.
ResponderEliminarBesos.
Amparo M. A.
Habrá que estar atento a partir de ahora a las consecuencias de nuestros actos más si cabe :P
ResponderEliminarLiteratura y física juntas de la mano. Jamás lo hubiese dicho :-P He disfrutado del micro y además he aprendido aspectos científicos muy interesantes. No está mal para antes de morir jeje
ResponderEliminar¡CDFDM leído!
Hala, encima de entretenida, didáctica.
ResponderEliminar¡¡Que apañada!!
Me ha gustado eso de la acción fantasmal a distancia... Im presionante eso de cargarse un torreón centenario de una patada. Qué coincidencia, tenemos a un niño las dos de protagonistas ;)
ResponderEliminarBesotes
¿Le podremos dar la vuelta? Un ama de casa extremeña hace un perol de migas y cae el maná en un campo de refugiados somalíes.
ResponderEliminarEnhorabuena, Marina, vaya éxito de convocatoria.
Una inquietante muestra del dicho "cuando una mariposa bate las alas ennosédónde se crea un huracán en otronosédóndebienlejano".
ResponderEliminarBesucos posmortem
Quería poner Impresionante, ha sido una errata!
ResponderEliminarMe suena a lo de la Mariposa y sus alas en una esquina del mundo. Estudiaré la teoría del entrecruzamiento a ver si consigo algo potente al otro lado del charco :)
ResponderEliminarUn beso acuática, ¡buena iniciativa!.
Besos.
Síii yo pensé lo mismo que Laura: en el efecto mariposa! mmmm Inquietante micro!!
ResponderEliminarFelicitaciones, Marina! Esta movida literaria ES un éxito y por eso sigo leyendo. Besos van
Me encantó la posibilidad de dar buen uso a ese efecto.Por ejemplo;
ResponderEliminarPongo un muñeca gorda al borde del acantilado y de un tremendo puntapié la ayudo a volar.
En otro lugar mi querida suegra trata de asirse a una ave que vuela alto sobre un desfiladero.
Seguiré soñando.
Un abrazo
Tanta interconexión da miedo :-)
ResponderEliminarMarina, un gran juego de realidades en el que una acción tiene su reacción. Igual que tu propuesta para hoy, que fue lanzarla y muchos recogerla.
ResponderEliminarUn agradecimiento por esta iniciativa.
Felices fiestas, un beso.
Muy impactante, Marina. Gracias por ponernos las pilas el día final. Por si las moscas, Feliz Navidad!!
ResponderEliminarMe encanta, Acuática. Ya veo por qué te atrajo la idea. Ah, cómo hacer para tomarla sin copiarte? Hum, difícil, muy difícil...
ResponderEliminarEstruendo de aplausos!!!
Gracias por compartir esta idea que me puso a escribir luego de un rato bastante largo
Lo que una vez estuvo unido permanece unido. Si todo proviene del mismo Big Bang... tu cuento tiene mucho de lógica, además de buena ficción, por supuesto.
ResponderEliminarGracias por la iniciativa. Un abrazo.
Me ha gustado, además he aprendido algo.
ResponderEliminarUn saludo.
Me gusta la teoría, tiene muchas aplicaciones ¿no?
ResponderEliminarBesitos
¿Y se puede dirigir esa acción como tu quieras. Esto es, si le doy un beso a mi mujer ¿es como si se lo diera a una chica en una playa de Copacabana? Esa aplicación sería de mi inetrés, infórmate.
ResponderEliminarImpecable. Atrapada en las letras y en la cuántica. Dos de mis grandes pasiones.
ResponderEliminarDe nuevo felicidades por la iniciativa. Abrazo definitivo :)
Marina empiezo contigo mi ronda de lecturas del fin del mundo. Felicidades por el éxito de esta iniciativa que ha demostrado que, ni el mundo se ha acabado ni los cuentistas estamos muertos. En cuanto a tu propuesta, qué decir... genial. Un beso para tí (si la teoría de Fernando funciona, también para quien esté en las Antípodas)
ResponderEliminarYa viste que no se acabó el mundo. O eso parece. Quizá nadie al otro lado del mundo dio una patada al balón con la precisión que requería la física cuántica de tu compañero. Pero ha merecido la pena que lo pareciera y así diera motivo para esta iniciativa tuya tan fructífera y bien llevada.
ResponderEliminarFelicidades, Marina. Ha sido un placer conocerte en este fin del mundo. Ahora nos queda toda la vida.
Un abrazo.
Está claro que todo lo que uno hace o deshace tiene consecuencias. Queda demostrado en tu micro sobre reacciones en cadena.
ResponderEliminarAbrazos supervivientes.
El micro me ha gustado, ese efecto mariposa, ese niño hijo de... la misma madre.
ResponderEliminarLas explicaciones posteriores nos evitan la hipertextualidad que en el momento del fin de mundo es como quedarte pasmao en vez de salir corriendo. Enhorabuena por el eco de tu convocatoria, aún ando comentando.
Para mí es más conocido como efecto mariposa, que por cosa de nombre no paramos, y la historia trancurre al margen de todo. Como siga el niño pateando castillos de arena, no quedará ni piedra sobre piedra de Roslin.
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