lunes, 24 de octubre de 2011

Colaboración con "Cienmanos"

Como muchos sabréis estoy colaborando en "Cienmanos", el proyecto que arrancó el pasado dos de octubre y que pretende crear una novela basada en microcapítulos en la que participan tanto escritores como ilustradores. Yo participo como Cuentista y como coordinadora de ilustradores, así que aprovecho también estas líneas para volver a hacer un llamamiento a los artistas plásticos del mundo para que se unan a nosotros (¡aún nos quedan cinco huecos por cubrir!).
El caso es que ayer se publicó mi participación y como una de las finalidades de este blog es aunar aquí todo lo que escribo, también lo pongo en esta entrada (si alguien quiere hacer algún comentario sobre el cuento/dibujo, le agradecería que dejase el comentario en la web de Cienmanos). Eso sí, para entenderlo, debéis leer los tres capítulos anteriores (capítulo 1, capítulo 2, capítulo 3) o no os enteraréis de nada.
La ilustración tan bonita que acompaña mi texto es de Blanca Bk, cuyo blog os animo a visitar. 
Espero que la lectura de la trama publicada hasta ahora os atrape y que descubráis con nosotros cada domingo hacia donde se encamina la historia. Sin duda nos aguardan muchas sorpresas...
¡Hasta pronto Cuentistas!

Capítulo 4 - Anagramas


 
Sebastián llegó a casa de Emilio pasadas las seis de la tarde. Aún no se había quitado de la cabeza el extraño suceso del coche pero decidió no contárselo a su antiguo profesor de química. Pese a estar jubilado, Emilio era un hombre ocupado y debía aprovechar cada minuto del tiempo que le estaba dedicando. Tras unas frases de cortesía, Sebastián extrajo del viejo cuaderno de Víctor Tim una hoja amarillenta y se la mostró a Emilio. Era una tabla periódica con cuatro de sus casillas recuadradas en rojo: nitrógeno, uranio, oxígeno y bromo. Emilio la examinó durante unos minutos y luego negó con la cabeza: no conocía ningún compuesto que combinase esos elementos. El nitrógeno y el oxígeno formaban parte de multitud de sustancias, pero el bromo y el uranio eran muy poco comunes además de peligrosos, e ignoraba si algún científico habría realizado estudios en este campo. Mientras le explicaba a Sebastián las posibles consecuencias de una mezcla semejante, Carmen, la esposa de Emilio, entró en el salón con unas tazas de café y unas pastas danesas. Saludó efusivamente a Sebastián y se interesó por el motivo de su visita. Antes de que su invitado pudiese responder, ella comenzó a hablar de lo mal que se le había dado siempre la química porque se despistaba continuamente con los mensajes secretos que encerraba la notación de la tabla periódica. Por ejemplo, con los elementos que tenía resaltados (U, Br, N, O) sería capaz de crear un  nombre. A Sebastián, que no había mirado más allá de las valencias y los pesos atómicos, le sorprendió este nuevo punto de vista, pero antes de poder analizarlo con detalle su teléfono móvil sonó con fuerza. Su madre, al otro lado de la línea, hablaba atropelladamente, muy alterada. Entre sollozos, le dio la mala noticia: su hermano, Bruno, había desaparecido.  

4 comentarios:

  1. Me encanta cómo has resuelto la pista con los elementos formando el nombre del desaparecido.

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  2. Marina, como ya te dije allí, te quedó precioso... asustaditos nos tienes, buff.
    Besis

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  3. Me encantan los juegos de palabras así que con este anagrama y tu estilo sencillo y preciso me has metido en el bolsillo :-)
    Te felicito.

    Un abrazo.

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  4. Estoy con MJ, un estilo sencillo y preciso, junto a una desbordante imaginación que usa de los conocimientos de una forma maravillosa...la tabla periodica!!!! hace mil años que no veo una!!!!

    Un abrazo!!!!

    Pd. he visto mi gato entre tanto dibujo bueno y me ha provocado una enorme sonrisa

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