Al entrar en el callejón se encuentra, sin querer, con un beso. No uno cualquiera, sino uno largo, apasionado y dulce que provoca que la joven se olvide por completo de la entrevista de trabajo a la que llega tarde, de la hipoteca que no puede pagar y de la ruptura con su novio de hace más de ocho años. Durante unos segundos nada existe, salvo los labios que aprietan los suyos y que se desvanecen con el mismo sigilo con el que aparecieron de improviso.
Desde entonces, cada mañana, una chica guiada por un recuerdo se desvía varias manzanas para adentrarse en el callejón donde sucedió todo. Desgraciadamente, sólo los gatos acuden a su encuentro.
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Bueno, pues éste es el microrrelato que llevé a la "Segunda Megaquedada Microrrelatista". Le agradezco a Rosana los consejos que me dio para retocarlo :)
Mañana, os enseño fotos del tuneo que le hice, tanto de la escena final como algunas instantáneas que tomé del proceso. Y pasado, si saco un hueco, cuelgo la crónica del evento.
¡Hasta pronto Cuentistas!
Marina, aunque cuando nos conocimos ya estaba bastante apagado, fue un placer conocerte.
ResponderEliminarUn suceso tan placentero como el del micro marca de por vida, y solo otro puede borrarlo de la memoria. Lástima que por los nervios de las lecturas no se apreciara en su momento.
Un abrazo grande y a seguir así.
Lo mismo digo Nicolás. Si este verano voy a Castellón os pego un toque a Ana y a ti para tomarnos algo junto a la orilla del mar... ^_^
EliminarHola, Marina. No hubo ocasión de charlar demasiado, pero me alegro de haberte conocido.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eso lo solucionamos en la "Tercera Megaquedada" ;)
EliminarJo Marina, qué ilusión que llevaras ese micro a la quedada. Siempre entraba en tu blog y me preguntaba cuándo ibas a colgarlo.
ResponderEliminarMe sigue pareciendo un micro muy original y una manera diferente de hablar de soledades, búsquedas y pérdidas, todo junto. Me la imagino recorriendo callejones, intentando reencontrar esa sensación. Ajena a problemas y angustias... Me imagino a una chica tipo Amelié.
Abracico
¿No pondrás reportaje de la quedada?
Muchas gracias Rosana por todos tus apuntes. De no ser por ellos este cuento hubiese sido más sosete. En cuanto al reportaje, ya lo tienes listo (me ha costado porque no he tenido nada de tiempo...). Abracicos de vuelta :)
EliminarPrecioso micro Marina, y aunque tengo un poco de revueltillo entre todos vosotros (caras unidas a blogs, eliminando las caras de mi imaginación) ....una preguntita ¿quién se llevó tu micro?.
ResponderEliminarMe alegro de que lo disfrutaras.
un beso
Mi micro se lo llevó Depropio ^_^
EliminarLo del revuelto de caras pasa mucho al principio. A ti ya quiero yo quitarte el dibujillo manga y ponerte cara de carne y hueso...
Marina (hematites), menos mal ya me puedo enterar de tu micro, poco a poco me voy enterando de todos.
ResponderEliminarMe encanta. Gracias por sujetarme el micrófono.
Un placer conocerte y charlar de piedras.
Besitos
Ay, Elysa, que ahora entiendo lo del "stone" de tu blog... jejeje. Mientras te sujetaba el micrófono, pensaba que si me tocaba tu cuento me haría un collar...jijiji. Besos ^_^
EliminarAy, como me gustó!!!!!!!! y me gusta aún. Y sobre todo la escena, vengo del cómo se hizo ¡qué pasada!
ResponderEliminarFelicidades por el dinosaurio
Gracias a ti por el dinosaurio. Sin tu voto no lo tendría ahora en mi mesilla. Por suerte no me ha comido mientras duermo. Resulta que sólo se alimenta de microrrelatos (es microrrelatiano) :P
EliminarMarina, llego después de disfrutar del retuneado en vídeo que ha hecho Fernando de esta joya.
ResponderEliminarMe resulta sorprendente que hasta ahora no hubiera dado nunca con mis retinas por estos lares; sobre todo por la calidad de lo que regalas por aquí.
Si no te parece mal, me quedo. Este choque frontal me ha convencido que no puedo pasar esta parada por alto.
Señalaré el camino desde mi rincón, para no perderme y para que -aquellos que, como me pasaba a mí, no te conozcan- puedan venir a disfrutar.
Un saludo,
Fernando es un sol y un artista y creo que me faltan las palabras para agradecerle su generosidad.
EliminarAquí siempre serás bienvenido, así que pásate cuando gustes :)
Un beso fantasma en un callejón... así nomás. Me acuerdo de la primera vez que me pasó... qué susto.
ResponderEliminarYa, ya sé que ando con retraso o fuera del tiempo, pero ya sabes cómo funcionamos en el circo. oye... ¿He oído video? Y eso se puede ver?
Besos payasos, sirenita.