Hola Cuentistas
Hoy vengo con una nueva crónica bajo el brazo...
El pasado viernes asistí a un acto organizado por Escuela de Escritores en el que José María Merino y Fernando Valls hablaban de microrrelato. Además, tuve la oportunidad de asistir con Propílogo, Rocío Romero, Pablo Gonz y Thanos, lo que hizo la velada más especial si cabe.
Como hubo mucha gente que no pudo asistir, os hago un resumen de lo que se habló (tomé apuntes) y así todos podamos compartir una parte de la velada (la del tapeo os la perdísteis, lo siento).
Merino a la izquierda, Valls a la derecha |
El evento consistió en Fernando Valls haciendo preguntas a Merino sobre su experiencia con el microrrelato.
Valls, fuerte defensor del microrrelato como género, intentó conocer la opinión de Merino al respecto, que era un poco reacio a entrar en distinciones entre el microrrelato y el cuento. Merino defiende que el cuento y el microrrelato tienen la misma esencia, que es la de contar una historia, pero que el segundo se nutre más de otros recursos como los aforismos e incluso la poesía. Valls por su parte opina que ambos géneros se distinguen también en el procedimiento que se sigue a la hora de escribirlos, pues él (y yo comparto esta opinión) dice que uno no se enfrenta a ambos géneros de la misma forma. Fernando también defendía que es la historia la que pide ser cuento o microrrelato.
Merino quizá encontraba más distinción entre la novela y el cuento, argumentando que hay novelas que no son más que cuentos "inflados". Por otra parte, un microrrelato no puede ser nunca la sinopsis de una novela. Además, en un cuento tienes que saber a dónde quieres llegar, no puedes ponerte a escribirlo sin conocer la intención que quieres darle. En las novelas, en cambio, uno puede empezarlas sin tener muy claro cómo terminarlas o por dónde va a ir. En sus propias palabras "Si no ves el cuento, no te metas a escribirlo".
Ambos coincidieron por otro lado en que el microrrelato permite unas posibilidades narrativas que el cuento no puede adoptar pero que la experimentación debe tener siempre en cuenta la narratividad: hay que contar una historia y hay que tener cuidado porque no todo lo breve puede considerarse microrrelato.
Por último, algo que me gustaría destacar porque me impactó mucho fue que Merino insistió a lo largo de la charla en una cosa y es que para escribir se requiere de dos cosas: lógica, pero sobre todo, intuición. Los descubrimientos en una historia se hacen a través de la imaginación, no de la intención y surgen como "una iluminación".
Y bueno, esto es todo lo que yo considero más interesante que se dijo en el acto. Tengo que destacar la simpatía de Merino, que es un hombre de lo más cercano y entrañable. Vamos, el típico señor que a uno le gustaría tener como abuelo ^_^
Después del acto, Propílogo, Rocío, Pablo, Thanos y yo nos fuimos a una sidrería a pasar un buen rato. ¡Qué majos son todos! Y por cierto, de ahí surgió un experimento, que llevaremos a cabo dentro de una semana, durante la "Segunda Megaquedada Microrrelatista". De momento, no adelanto más...
¡Hasta pronto Cuentistas!
Buena crónica, Marina.
ResponderEliminarLa verdad es que fue muy interesante, y que Merino es un hombre genial.
Me gustó mucho la parte en la que dijo que él mientras escribía un libro, era el tío más feliz del mundo. Que luego, corrigiendo, la cosa se ponía peor; y que al final, la promoción, las entrevistas, era todo un lío terrible. Por eso, no le importaría acabar de escribir y que el libro desapareciera, para escribir el siguiente y seguir siendo feliz.
También el curso de Valls en la Escuela fue muy interesante, con la historia y la teoría del microrrelato.
Abrazo
Gabriel
¡Qué interesante este resumen!. Me ha encantado tu crónica Marina. De vez en cuando me gustan estas entradas que enriquecen al resto. El próximo fin de semana acudiré a un taller de escritura impartido por Luisa Etxenike. Si consigo captar los mensajes de igual forma a lo que tú lo has hecho escribiré una reseña de las jornadas.
ResponderEliminarGracias por tu trabajo y tu tiempo.
Laura.
Gracias por la crónica, Marina. Lamento que no quieras entrar en detalles sobre tu experimento de la microquedada del sábado. La verdad es que acudiré sin saber apenas nada, salvo el menú.
ResponderEliminarNo debía haber leído esta crónica, pues me ha dado una envidia sana que no sé si podré controlar. Me ha parecido muy interesante las observaciones, que tanto Merino como Vals, realizaban sobre microrrelatos y cuentos. Yo, como aprendiz de escritor, me muevo entre la delgada frontera de los dos. Siendo consciente de la dificultad de uno y otro, pero alivia saber que hay escritores que no la marcan tanto. Comparto el último apunte de Merino, en cuanto a que escribiendo se siente feliz. Eso es lo que importa.
ResponderEliminarA ver de qué se trata ese "experimento", todo lo que sea escribir estará bien.
Un abrazo.
Gracias por la crónica de este evento, por lo menos me he enterado de algo.
ResponderEliminarY encima me quedo intrigada con lo del experimento.
Besitos
Jo, Marina, sí que tomaste apuntes :-)
ResponderEliminarA mí también me gustó lo que dice Gabriel sobre que el mejor momento del escritor era mientras escribía... y me pareció muy entrañable cuando comentó que tenía una mesa antigua que llegó a su casa "llena de cuentos" ;-)
Creo que más o menos eso fue todo. Coincido también en que el curso de Valls fue muy interesante, sobre todo desde el punto de vista bibliográfico porque el microrrelato tiene unos antecedentes muchísimo más antiguos de lo que yo pensaba. A ver si soy capaz de poner mis apuntes en limpio (un día de estos) y os copio algunos de los títulos que recomendó.
Pero sin duda, lo mejor fue veros a todos Marinilla ¡qué emoción! ^-^ (tanta que aquellos días casi no dormí, aún estoy arrastrando sueño...)
En fin, gracias por la crónica, sacas tiempo para todo, chica. Besitos
Doy fe de que fue así, punto por punto.
ResponderEliminarNos vemos el sábado.
Besos,
P