Mientras suelto las pastillas en las hierbas altas me pregunto cuál será la composición de estas píldoras milagro. Las utilizamos para exterminar la plaga anual de saltamontes, Mamá las toma cuando se resfría, el tío Lucio las tira por el desagüe cuando se obstruyen las cañerías y Andrés las mete en el depósito de gasolina cuando el coche no arranca. En cuestión de minutos, los insectos mueren, los catarros se curan, las tuberías se desatascan y los motores rugen. Por eso, desde que dijiste que me querías sólo como amigo, echo a diario un par de comprimidos en tu refresco de cola, pero sigo sin notar mejoría alguna.
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Bueno, pues he aquí otro "despojo del ReC". La semana pasada se me ocurrió un cuento para la frase del padre que hacía el indio, pero finalmente no me dio tiempo a escribirla (tampoco era una gran idea).
A ver que nos depara la frase de inicio de mañana...
¡Hasta pronto Cuentistas!
