¡Feliz año nuevo!

Bueno, parece que por fin se ha terminado 2012, un año un tanto terrible en muchos aspectos. No obstante yo soy de la opinión que de vez en cuando hay que tener años malos para saber valorar después los buenos.

Literariamente creo que ha sido un año más malo que bueno para mí, sobre todo por no haber escrito todo lo que me hubiese gustado. Atravesé una larga etapa de inapetencia en lo que a escritura respecta (de la que todavía no me he recuperado del todo, pero de la que voy saliendo poco a poco) y el maldito proyecto de fin de carrera me ocupó la mayor parte de mis pensamientos hasta casi el otoño. Esto repercutió en mis cuentos y en el blog, puesto que me sentía culpable si no escribía otra cosa que no fuese la memoria de mi proyecto (he ahí los dos meses largos de inactividad por aquí). Tampoco saqué tiempo para la tercera entrega del concurso NMVCH (que sigo con ganas de hacer, pero no me atrevo a dar fechas) ni para llevar unos proyectos que tenía en mente. Me desencanté con las publicaciones en revistas literarias que trabajan por amor al arte y no pude participar en muchas iniciativas que llevaron a cabo otros Cuentistas (por no mencionar que tengo la blogosfera abandonada y ya no me da la vida para leerme los blogs que antes leía regularmente).  Y eso sin hablar de los regalos que aún debo a algunos de mis ilustradores (se me cae la cara de vergüenza...).

Pero también ha habido cosas buenas:

• Fui finalista en un par de ocasiones en el concurso de la Microbiblioteca (con libro en papel de por medio y todo) y novena en el concurso 99 palabras de Miguel Ángel Molina (qué ilusión me hizo). También fui finalista en Rec (sólo participé dos veces y una fui seleccionada, o sea que genial).
• Fui invitada a mi primera lectura de microrrelatos en público por parte de escritores de Rivas.
• Aunque el experimento Gonz no terminase como a mí me hubiese gustado, lo cierto es que el experimento como tal me hizo estar muy ilusionada varios meses.
• Me llevé un dinosaurio estupendo en la microquedada de febrero, además de un montón de amigos Cuentistas nuevos :)
• También ha aparecido en papel el texto "Aves" en la antología "Cuéntame una ilustración". No salieron a la luz algunas publicaciones que estaban planificadas para el año pasado, pero confío en que lo hagan a lo largo de 2013...
• Tuve una tarde estupenda en Sevilla en septiembre en la que pude conocer a Javier Merchante y Rubén García en persona. Un día que guardo con cariño en el recuerdo y que espero que pueda volver a repetirse (aunque no sea en el sur).
• Llevé a cabo el proyecto Liquen junto a Fernando Vicente y la iniciativa "Un cuento antes del fin del mundo" fue un éxito total.

Quizá lo mejor sea saber que vosotros aún seguís ahí detrás, incondicionalmente. Eso me da ánimos para seguir y no abandonar ni el blog, ni la literatura. Gracias por todo. Brindo por un 2013 lleno de proyectos cumplidos. Mi propósito para este año nuevo es no hacer ningún propósito. Que las cosas vengan como tengan que venir. Sin planes ni ansiedad por no poder dar abasto, que este año lo he pasado un poco mal por esto. 

Y para terminar mi balance me despido con una reflexión: ayer el año terminó con lluvia pero hoy, por lo menos en Madrid, hemos tenido un día totalmente primaveral.

Felices 365 días por estrenar :)