domingo, 3 de julio de 2011

Segunda edición NMVCH: ¡Participantes! (7ª Parte)

Nos engañan - Budoson
No eran gigantes, pero lo que nunca nos dijeron es que tampoco eran molinos.

Papá suele apagarse el corazón al irse a la cama. Mi madre tiene el sueño liguero y el más mínimo sonido, incluso el susurro de aurículas y ventrículos, es capaz de despertarla. El problema es que algunas mañanas se le olvida encenderlo y se pasa día arrastrándose de un sitio a otro como alma en pena. Yo se lo recuerdo en la cena. “Papá, el corazón”. Entonces finge que lo activa. A todos nos da lástima verle imitar torpemente su ritmo biológico. “Pun-pun, pun-pun”, murmura por lo bajini, moviendo muy poco los labios para intentar engañarnos.

Otra época - Carolina Fernández
Por tercera vez consecutiva, el pastorcito miente al pueblo. Sin embargo, los escrutinios de las últimas elecciones vuelven a coronarlo Presidente.

Declaración - Stella Ines Gomez
Hoy decidí romper nuestro arraigado lazo de amistad, la ultima vez fallaste, no fuiste impecable y quede al descubierto, reconozco también que te he fallado, buscándote desesperadamente solo cuando te necesito, sin embargo tu siempre allí, leal, incondicional, expectante a mi voz de auxilio.
Mi soledad percibe cuanta falta me haces, por ser quien enciende la chispa a mi vida, compartiendo miles de imperceptibles triunfos que calladamente disfrutamos juntos.
Por todo eso, no más palabras tacitas, no mas mensajes implícitos, ahora mismo lo dejo todo, adiós. No más amiga mía.
¿Quieres ser mi compañera para toda la vida?
Tan lejos de mí, puedes estar completamente segura que te digo la verdad.
Atentamente: Corazón

Ilusiones rotas - No Comments
Me prometiste la Luna y era mentira. Me prometiste que veríamos las estrellas juntos y sólo lo hice yo, gracias a tu mano empuñada. Me prometiste que sería la última y tampoco has cumplido.

Boca a boca - Hank Moody
Cada noche, siempre a la misma hora, le deshace la voluntad con halagos de poeta y recorre, centímetro a centímetro, esa piel que no conoce pero se sabe de memoria. Ella se desnuda con él y le guía por el laberinto de sus vergüenzas, le confiesa las fantasías que ni siquiera su difunto llegó a conocer, y juntos se abandonan hasta el éxtasis, hasta el final, cuando sus voces se diluyen y solo una grabación anónima repite, por ley, las tarifas vigentes.

Dicen,Dicen Dicen - Cybrghost
Me lo ha dicho Pedro. Y Pedro es de fiar, poco dado a cotilleos. Pero cree ciegamente a Sandra, y ella si es dada al chismorreo. Y Sandra siempre hace caso a Juan, que miente compulsivamente por el simple placer de malmeter. Pero si Pedro lo dice será por algo, aunque obviaría que la fuente es Juan si lo sabe por Sandra. Y ella confía en Juan como yo en Pedro. Aunque a lo mejor a ella Juan no le miente, porque esta locamente enamorado de ella, aunque diga que es mentira. ¿Sabes que te digo? ¡yo ya no me creo nada!.

La más bella - Pedro Alonso
Aquel espejo, a juicio de su dueña, había perdido la mejor de sus propiedades; confirmar, sin distorsión alguna, el esplendoroso reflejo de su belleza. Una mañana se hartó y decidió regalárselo a un mercader amigo suyo, especializado en cachivaches. Él, en agradecimiento, le dejó probar su exclusiva y novedosa máquina de la verdad. Tras comprender el funcionamiento de aquel ingenio mecánico, ella se apresuró a formular la pregunta que la llevaba atormentando desde hacía semanas. Accionó la palanca, se produjo un traqueteo, y pocos segundos después, una pluma de cisne comenzó a desplazarse sobre la superficie de un pergamino para trazar la respuesta:
–Blancanieves es…
La mujer, indignada, arrojó su corona contra el suelo.
– ¡Mentiras!– gritaba–. ¡Todo son mentiras!

De piernas cortas - Miguel Angel Molina
Desde que Sergio percibió que habían comenzado a formar parte de su matrimonio supo lo difícil que sería hacerlas desaparecer de sus pensamientos.
Puso la televisión y las vio. Encendió la radio y las sintió en las ondas. Incluso hojeando el periódico creyó verlas camufladas entre las noticias.
Seguro de que conseguirían acabar con su matrimonio decidió hablar con su mujer para intentar aclarar la situación. Ella, entre lágrimas, trató de convencerle de que estaba equivocado. Cuando Sergio estaba a punto de olvidar las vio intentando abandonar el salón. No lo consiguieron. Aquellas mentiras tenían las piernas demasiado cortas.

Todavía quedan tandas, así que mañana, nuevas historias :)

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