Te eché de casa hace días. Desde entonces he donado tu ropa y he tirado a la basura tu taza del café y tu cepillo de dientes. También me he desecho de tu colección de música. Esta mañana, además de quitar tu nombre del buzón, he terminado de arrancar de mis álbumes de fotos todas las instantáneas en las que apareces.
No quedan indicios de que hayas existido nunca en mi vida y sin embargo esta parte de la almohada sigue oliendo a ti.
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Éste es el micro que será publicado en el fanzine Ruido. Muchas gracias a Anita Dinamita y al resto de Cuentistas por votar mi microrrelato. ¡Qué ilusión!
Maravilloso Acuática. Enhorabuena. Un beso.
ResponderEliminarSiempre queda el recuerdo, un olor, una nota con su letra, una mancha... Qué rabia que no exista el botón "reset" en el corazón como dijiste una vez.
ResponderEliminarAcuática, me gustó mucho este relato de limpieza, aunque siempre quedan restos, sólo el tiempo los cura.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy bueno Marina, sin duda merece estar en el papel. Besos.
ResponderEliminarBuenísimo. Me gustó cuando lo leí para votar, me sigue gustando, ahora más.
ResponderEliminarAbrazos, mil.
yo tiraría la almohada también!! Pero seguramente habría otra cosa, muchas cosas. Limpiar el corazón lleva tiempo.
ResponderEliminarHermoso, Acuática. Me encantó.
Muy bueno, Marina. Enhorabuena por la publicación.
ResponderEliminarBesitos