# Nombre, edad y nacionalidad:
Mi nombre es Ana María Ranieri, tengo 51 años (por ahora, en unos días cumplo 52) y soy argentina.
#¿Tienes nombre artístico?
Firmo como Ani en mis pinturas.
# ¿Cuándo comenzaste a dibujar?
Creo haber dibujado siempre. Ahora, todo comenzó cuando dibujé unos retratos de mis alumnos (además de pintar soy profesora en Informática) como regalo de egresados. A partir de ese momento supe que tenía que hacer algo con todo eso que llevaba guardado desde siempre. Y llegó un día en que quedó un espacio vacío en mi vida. Después de una intensa búsqueda encontré un taller de dibujo y pintura en el museo Sívori de la ciudad de Buenos Aires, a cargo del pintor y dibujante Jorge Mansueto. No me voy a olvidar nunca la primera clase. Sentí que todo lo que sabía hacer ya no lo podía hacer, rotas todas las estructuras previas, había que empezar de nuevo. Y así fue. Empecé de nuevo.
# ¿Te dedicas profesionalmente a ello?
¡Ojalá! Por ahora no es posible.
#¿Cómo definirías tu estilo?
En verdad no lo sé. Por ahora no quiero ceñirme a un estilo. Me gusta explorar, estudiar a los maestros. Trato de encontrar mi propia vos en la pintura. La pintura como forma de expresar mi mundo interno, mi forma de interactuar con la época en que me tocó vivir.
#¿Qué te inspira a la hora de dibujar?
A veces me inspiran algunos textos que escribo, relatos, poemas. Otras veces puede ser un libro que haya leído. También me inspiran los paisajes, algunos lugares, un bar, también algún personaje que otro. No me gusta partir de una fotografía, es un recorte de la realidad hecha por otro, es la mirada del fotógrafo, nunca estará mi mirada allí. Y eso es lo que también buscaba cuando llegué al taller, quería crear y no reproducir la mirada de otro.
Creo que mis dibujos siempre narran historias. Intento, como dicen los expertos, que se despeguen de la historia original, que la obra valga por sí misma, que sea autónoma, aunque sé que para lograrlo tengo que recorrer un largo camino.
#¿Qué es lo que más te cuesta a la hora de afrontar un proceso creativo? ¿Y lo que menos?
La idea es lo que más me cuesta. A veces tengo la idea en la cabeza rondando y rondando y no encuentro el modo de sacarla para plasmarla en el lienzo. Después de eso, cuando pude al fin concretar el boceto siento que ya está, que nada me va a costar.
#¿Qué técnica prefieres?
Me gusta mucho el dibujo con carbonilla y la pintura al óleo. Me divierte muchísimo la acuarela, vuelvo a jugar como una nena. Ojo, sé que la acuarela es cosa seria… y debería aprender a dominarla, porque casi siempre hago desastres.
#¿Qué estilo o qué cosas nuevas te apetece probar?
Me encantaría profundizar en el dibujo y trabajar con tintas.
# ¿Qué tipo de trabajos, en el campo de la ilustración, son los que más te gustan?
Actualmente estoy fascinada con la obra de Lajos Szalay. Vivió un tiempo en la
Argentina y marcó definitivamente el rumbo del dibujo en nuestro país. Nuestros más grandes dibujantes, como Aurelio Salas y Carlos Alonso, se nutrieron en su cátedra.
Es una maravilla su obra. Hay una muestra por estos días en el museo Sívori, “
La línea maestra” se llama.
#¿Cuál es el dibujo del que estás más satisfecho? ¿Y del que menos?
Siempre estoy más satisfecha de mi último trabajo. A medida que va pasando el
tiempo me van gustando menos. Pero rescato todo lo que fui aprendiendo en el camino.
Tengo un afecto especial por algunas obras, aunque ahora no las pintaría igual, o no
las pintaría directamente.
# ¿Qué es lo mejor y peor de tu profesión?
Me encantaría si algún día fuera mi profesión la de ilustradora. Mientras tanto lo disfruto de otra manera, más relajada, sin la presión que se genera cuando se trata de un trabajo.
# ¿Tienes alguna manía cuando estás dibujando?
Tengo que estar cómoda (el lugar, la ropa, los zapatos!, que nada me apriete), buena luz (es muy importante), que no me interrumpan, disponer de tiempo, y en lo posible que no me hablen. Bueno, en realidad no me molesta tanto que me hablen, el problema es que muy probablemente no escuche ni conteste. Y siempre, siempre pongo música.
# ¿Qué artistas te han influido?
Creo que todos me han influido. Mi profesor, en primer lugar. Admiro profundamente su obra. Él me va acercando a varios artistas. Así fue que redescubrí a Miguel Ángel, Gauguin, Matisse, Manet, Cezanne, Lajos Szalay, Berni, Spilimbergo, Presas, Alonso, por mencionar solo algunos. Y mis compañeros del taller también, aprendemos todos de todos, son un referente importantísimo. El profe nos da la libertad que necesitamos para ir haciendo nuestro propio camino en la pintura, tal es así que cada uno tiene un estilo diferente. Creo que hay algo común a todos nosotros, aparte de la buena onda y el amor al arte, es el color. Formamos un grupo hermoso, “Los pintores del lago”, bautizado así porque el museo se encuentra en frente al lago de El Rosedal.
# ¿Qué proyectos tienes para el futuro?
Tengo varios proyectos de pintura. Ahora estoy en plena producción de retratos que me tiene muy entusiasmada y me causa muchísimo placer. Hay un libro infantil ilustrado en proceso. Quisiera poder terminar la serie Cuentos para mujeres salvajes, sobre el libro Mujeres que corren con lobos, y hay un par de series más dando vueltas. Con Los pintores del lago estamos organizando una muestra colectiva.
Me encantaría viajar y conocer en vivo y en directo los lugares y las obras de los grandes maestros, como Miguel Ángel, Da Vinci, Rafael, Botticelli, Velázquez, Goya, Monet, Van Gogh, Manet, y tantos, tantos más. Es un proyecto de aprendizaje, claro.
Quisiera tomarme una licencia extraordinaria de todas mis obligaciones y retirarme a un lugar así como Los jardines de Giverny para dedicarme solo a pintar. Bueno, más que proyecto es un sueño, un deseo.
Y es el deseo el que moviliza todas las cosas.
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No dejéis de seguir el trabajo de Ana María en su blog "Destellos inspiradores" y si alguien puede conseguirle alojamiento en los jardines de Giverny, que por favor lo haga :)
¡Hasta pronto Cuentistas!