martes, 7 de septiembre de 2010

He terminado de leer... "El maravilloso Mago de Oz" de Lyman Frank Baum

... y tiene muy poquito que ver con la película de 1939 (sólo lo básico y fundamental, y a veces ni eso).
Últimamente tengo mono de leer libros infantiles, porque antes de acabar el año me gustaría escribir (o por lo menos dejar esbozadas) un par de historias para niños y siento que la mejor forma de empaparme e inspirarme es leyendo historias que marcaron mi infancia o clásicos del género. "El maravilloso Mago de Oz" pertenece a este segundo grupo de libros.

Pese a partir de una idea muy simple (la necesidad de una niña de volver a su casa), debo decir que la historia es muy, pero que muy original. El país de Oz está lleno de magia y de seres extraños y entrañables por doquier, y las aventuras que vive Dorothy junto con sus amigos son de lo más variopintas (en la película sólo se centran en el encuentro de la niña con los otros tres protagonistas y poquito más, lo cual es una pena).
Lo malo es la narrativa. No me ha gustado cómo está contado: todo pasa muy deprisa. Las dificultades son resueltas inmediatamente. Se presentan y ¡pluf! una línea después a otra cosa mariposa. Desde mi punto de vista, se han pasado por encima situaciones que hubiesen dado mucho juego y sin embargo, otros hechos que son totalmente irrelevantes para la historia, han sido narrados en un párrafo entero. Supongo que a los niños les asusta un poco el número de páginas que pueda tener un libro por lo que todo debe contarse rápido para ocupar lo menos posible (esto, por supuesto es sólo una suposición). También hay que tener en cuenta que el libro se escribió hace 110 años y que las cosas han cambiado bastante desde entonces y que yo tampoco leo ya desde la persepectiva de una niña.
No obstante, la historia que plantea "El maravilloso Mago de Oz" es una oda a la imaginación y resulta de lo más entretenida. En algún momento de mi vida me gustaría escribir algo que fuese la mitad de ingenioso que lo que plantea Baum en su obra. A lo mejor nunca alcanzo ese listón, pero de momento no me da miedo intentarlo. Ya veremos qué pasa...

6 comentarios:

  1. uhmmm
    además has puesto la portada de la mejor edición que se ha hecho jamás de El Mago de Oz....

    bien bien bien

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  2. Te confieso, la major manera de escribir hisotiras de niños es robando sus historias, algún día tuve que hacer un trabajo de investigación sobre brujería, dioses y religión, mi muestra fueron niños y sus respuestas eran siempre el mejor de los cuentos: ¿qué es una bruja?, es una señora que se monta en los arboles y no nos deja coger mangos; ¿quién es dios? hmm alzó los brazos, no sabe usted que es grande; Fue uno de los trabajos que más disfruté

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  3. No hay que tener miedo de nada, y mucho menos de aventurarse a escribir algo como esto que tan bien se te da ;)

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  4. Me quedo con tu última afirmación. No te da miedo. Bien.

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  5. Ultraorange: bueno, tanto como la mejor edición... Yo es la que me he leído, pero lo cierto es que no ha sido nada cómodo. En muchas hojas el texto estaba por encima de los dibujos, pero al estar éstos en colores muy vivos, muchas veces dificultaba la lectura. Eso sí, me ha molado que las ilustraciones fuesen las originales de la primera edición.

    Juan: si es que los niños son la monda...¡menuda imaginación tienen! Lo malo, es que niños pequeños a mi alrededor no hay (bueno, sí, mi primín, pero aún no sabe hablar), y así una no puede inspirarse tan fácilmente...

    Thanos: ya veremos qué tal se me da, porque de momento, me está costando encontrar una narrativa que termine de convencerme.

    Propílogo: miedo no, respeto sí. "¡Au, au, au!" (grito espartano).

    ¡Un abrazo a tod@s!

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  6. Mucho ánimo, una historia fantástica es todo un reto, pero son mis favoritas ^^
    Yo también tengo esta lectura pendiente...

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